Los mismos sistemas psicofisiológicos que manejan el estado traumático también hacen de mediadores para los sentimientos esenciales de bondad y pertenencia.

A través de la metodología de Somatic Experiencing, se acompaña al cliente a desarrollar una conciencia y maestría de sus sensaciones físicas y sentimientos al establecer una comprensión fundamentalmente más profunda de la comunicación dinámica de ida y vuelta que tiene lugar entre la mente y el cuerpo. 

Este abordaje transmuta el trauma en el cuerpo, el cerebro y la psique restableciendo la propia capacidad de autorregulación del cliente, la que permite manejar los propios estados de activación y las propias emociones difíciles, proveyendo, de esta manera, la base para el equilibrio entre la autonomía auténtica y un compromiso social sano.

Somatic Experiencing integra el trabajo clínico, personal y científico de su impulsor y los descubrimientos de varias disciplinas científicas, en particular la etología, el estudio de animales en sus ambientes naturales. Este campo vital logró un pináculo de reconocimiento en 1973 cuando tres etólogos (Nikolaas Timbergen, Konrad Lorenz y Karl Von Frisch) compartieron el premio nobel de fisiología y medicina.