En este artículo encontrarás 30 propuestas que te conducirán a una vida plena, practicarlas está a tu alcance
«Retornar a la fuente es serenidad»
Lao Tse
1.- Adéntrate en el silencio unos minutos cada día.
Cultivar el silencio es cultivar la sabiduría, es entrar en un espacio de introspección nutritivo y fértil que nos acuna y abraza, es una invitación a desapegarnos del ruido externo e interno.
No es un rechazar sino un dar la bienvenida a un ambiente que se abre y expande en el que pueden ser plantadas semillas de posibilidad.
El silencio es un lugar de descanso y reparación al que regresar, un lugar que siempre está disponible.
Es vaciarnos de contenidos y restablecer el flujo incesante de serenidad que aguarda sigiloso y humilde, paciente y amoroso a que decidamos volver a él.
El silencio siempre nos acoge en un instante eterno de presencia plena, sin expectativas, sin objetivos, sin juicios, con el único fin de permitirnos ser completamente quienes somos.
«Existe un sonido de felicidad constantemente en nuestro interior, sólo tenemos que permanecer en silencio para escucharlo»
Osho
2.- Suelta lo que ya no necesites
Soltar es un movimiento natural que tiene su propio ritmo, como las hojas se desprenden de las ramas del árbol sin oponer resistencia y pasan a formar parte del nutriente de la tierra, entregándose a la naturaleza.
Cuando el miedo atrapa a la mente, ese movimiento se bloquea y entonces empezamos a acumular cosas, ideas, opiniones, pseudoverdades, para tratar de evitar la inseguridad que genera el haber olvidado quienes somos.
Soltar es aligerarnos, desprendernos de la pesada carga de los deberías, de los juicios, de los pensamientos, de los objetos que atesoramos y que inundan nuestros espacios.
Cuando acumulamos y no soltamos estamos impidiendo que la vida nos traiga nuevas y apasionantes experiencias, bloqueamos la abundancia y nos convertimos en seres con cuerpos y mentes rígidas.
3.- Observa tus pensamientos con curiosidad
Los pensamientos que llegan a tu cerebro son oportunidades de autoobservación, de autoconocimiento, son como hilos invisibles que van tejiéndose, si nos identificamos con ellos, acabamos enredándonos en ellos hasta formar telarañas que nos atrapan.
¿Y si los observas sin más?, observar los pensamientos puede resultar hasta divertido, cuando te das cuenta de que tú no eres los pensamientos que pasan por tu mente, algo se suaviza en tu interior, empezamos a crear espacios más amplios.
Es como abrir las ventanas de una habitación que ha permanecido cerrada durante mucho tiempo, como poder renovar el aire viciado y enmarañado que habíamos ido enquistando entre pensamiento y pensamiento.
Nos liberamos a la vez que liberamos la energía estancada del pensamiento.
«Cuando no crees en tus pensamientos, sólo queda risa y paz»
Byron Katie
4.- Deja de compararte con los demás
Nunca hubo nadie igual que tu y nunca lo habrá, ningún ser humano en la tierra es idéntico a ti en cuanto a la forma y experiencias únicas que tu encarnas.
Cada vez que nos comparamos con otras personas nos alejamos de quienes somos, cultivamos la superioridad o la inferioridad y somos profundamente infieles a nosotros mismos.
Encuentra un modo de relacionarte contigo mismo que respete y honre tu individualidad a la vez que tomas conciencia de que todos provenimos de la misma energía amorosa universal.
Esa es la gran paradoja, la verdad simple y sutil que entreteje nuestra espiritualidad humanizada.
5.- Conecta con tu creatividad
Sólo podrás desplegar tu poder creador si entras humildemente dentro de ti, si reconoces quien eres y te permites la disciplina necesaria para sumergirte en la inagotable fuente de creatividad que albergas.
Esa nutrición esencial puede transformar tu vida y otorgarle un sentido de trascendencia que va más allá de cualquier forma material.
La creatividad está íntimamente relacionada con tu abundancia y con tu sentido de merecimiento. Es tu responsabilidad conectar con ella y cultivarla.
«Cuando somos amados y se nos enseña a confiar en nosotros mismos y en nuestras energías creativas: se cultiva la perseverancia, se posterga la gratificación y se obtiene la habilidad para tolerar la frustración. Si todo eso se nos ha robado, perdemos un sentido básico de confianza y de enfoque»
Dr. Thomas Trobe
6.- Enciende la luz de tu sabiduría interior
La mayor de las fortunas llega a ti cuando estás dispuesto a sostenerla, cuando te entregas a la vida sin condiciones y sin intenciones ocultas, en ese momento tu propia luz se enciende y la sabiduría que siempre ha habitado dentro de ti tiene tu permiso para poder iluminar cada instante de presencia.
Ese es el terreno en el que los milagros se hacen visibles y ya no puedes evitar que inunden tu vida.
Es un movimiento muy íntimo, muy personal, ya no esperas nada y todo te es dado.
«La clave del pensamiento sabio es sentir el estado de energía que hay detrás del pensamiento.
Si prestamos atención, descubriremos que ciertos pensamientos son producidos por el miedo y por un sentimiento limitado del yo.
Vendrán acompañados de apego, rigidez, sentimiento de falta de valor, reacciones defensivas, agresión o ansiedad.
Podemos sentir su efecto en el corazón y en el cuerpo.
Cuando advertimos este sufrimiento, podemos relajarnos, respirar, desprendernos de la identificación.
Con esta conciencia, la mente se volverá más abierta y flexible.
Con esta pausa, volveremos a nuestra naturaleza esencial.
Ahora podemos pensar, imaginar y planear, pero desde un estado de calma y benevolencia. Así de sencillo»
Jack Kornfield
7.- Acoge en la compasión todos los aspectos que habitan en ti
Cuando te sumerges en las profundas aguas de tu universo interior empiezas a toparte con diferentes partes de ti mismo que ostentan diversos papeles, como si albergaras distintos actores cada uno interpretando un papel que ha ido adquiriendo inconscientemente en varios momentos de tu vida.
Puedes tener al yo exigente, al yo atemorizado, al yo perfeccionista, al yo un poco paranoico, al yo tímido, al yo huidizo, al yo victimista, al yo “sabelotodo”, al yo dependiente, al yo independiente, al yo culpable, al yo conciliador, al yo héroe, al yo salvador, al yo impaciente, al yo controlador…
Infinitos papeles que necesitan ser apadrinados, integrados y abrazados por tu ser esencial.
Todas y cada una de estas partes necesitan tu atención, que las mires amorosamente, todas tienen una intención valiosa, aunque puedan ser disfuncionales en algunos momentos y algunas de ellas tal vez requieran reinventarse para que esa melodía que eres suene armónicamente de la mano de un buen director de orquesta: tu ser de luz o ser esencial.
«Es posible que todos los dragones que habitan en nuestras vidas no sean más que princesas que sólo están esperando a poder vernos alguna vez bellos y valientes.
Es probable que, en lo más profundo del ser lo terrible no sea más que algo desamparado que necesita de nuestra ayuda»
Rainer María Rilke
8.- El presente es todo el tiempo que existe: aprovéchalo
Aunque te resulte evidente el presente es todo el tiempo que existe, no puedes vivir mañana ni ayer, todo está ocurriendo ahora, eso es todo.
Cada instante de vida se despliega total y completamente con una abundancia infinita, si nos permitimos sentir ese movimiento y formar parte de él, disfrutar, es decir: dar fruto, será absolutamente inevitable. Dar el fruto único que anida en ti, ese es el verdadero regalo que puedes ofrecer.
«Sólo podemos comprendernos a nosotros mismos en relación con el presente y esta relación con el presente es en sí misma el gurú, el gran maestro, no alguien de fuera»
Krishnamurti
9.- Responsabilízate de tu salud
Tu eres el responsable de tu salud. No lo es el gobierno, ni la seguridad social, ni el médico, ni la organización mundial de la salud, ni el centro de asistencia primaria, ni tu pareja, ni tu amigo, ni tus padres y tampoco los medios de comunicación.
Cada pequeña acción, decisión que tomas o que no tomas, cada hábito diario que forma parte de tus rutinas heredadas y no cuestionadas o meditadas y plenamente conscientes va conformando y propiciando tu inversión en salud o enfermedad.
Sé un adulto emocional
Conoce tu propio cuerpo y permítete darle lo que realmente necesita en lugar de anestesiarlo con pastillas “tapasíntomas”
Recupera tu poder personal
«Toda enfermedad abortada antes de completar su evolución, se transforma en otra que generalmente es más grave que la primera»
Dr. Eduardo Alfonso
10.- Renuévate con cada respiración
Estamos tan desconectados de nosotros mismos que hemos olvidado respirar profundamente.
La alteración en el patrón de respiración está en la base de gran parte de patologías actuales.
Respirar superficialmente hace que no llegue suficiente oxígeno a nuestro cerebro y está íntimamente relacionado con síntomas como la ansiedad, la depresión, la dificultad para concentrarse, la sensación de embotamiento, el estrés, la acidosis metabólica…
Cuando respiramos con conciencia renovamos literalmente todas nuestras funciones vitales.
Dedicar unos minutos al día a respirar con atención y profundidad en silencio es una de las terapias más sencillas, efectivas y baratas que existen para regenerar y cuidar cuerpo y espíritu.
11.- Agradece todo cuanto llega a tu vida
El agradecimiento es la gran medicina, el elixir de vida que rejuvenece, calma, nutre, regenera, suaviza.
Aunque no comprendamos el sentido de lo que ocurre, agradecer es un poderoso mantra que nos conecta con nuestra propia abundancia, con la sabiduría que somos, que nos enraíza y flexibiliza.
“Si la gratitud fuera un medicamento sería el producto más vendido en el mundo que serviría para el mantenimiento del órgano principal en cada sistema”
Dr. P. Murali Doraiswamy
12.- Conecta con tus talentos y habilidades y ofrécelos al mundo
Descubrir nuestros talentos y habilidades es nuestra responsabilidad.
Nos parapetamos detrás de excusas, quejas y lamentos para no tomar las riendas de nuestra vida, cuando es precisamente el no hacerlo aquello que nos causa dolor y sufrimiento.
Tal vez tus alas aun estén intactas, tal vez no te hayas atrevido a volar por miedo a no conseguirlo, a que te critiquen, a que no te acepten, por miedo a ser diferente.
Si no es ahora, ¿Cuándo?, si no es aquí ¿Dónde?
La vida espera paciente a que te des el permiso de vivirla
Dejar este mundo sin haberte atrevido a descubrir y ofrecer al mundo tu propia música tiene un precio muy alto: el de no ser feliz.
«Ya tenemos dentro de nosotros todo lo que necesitamos, al darnos cuenta de esto, podemos llevar a cabo las cosas con un sentido de abundancia. Nuestra abundancia interna transmite un sentido de merecimiento, valía y tranquilidad, de tener algo que dar al mundo y de disfrutar haciéndolo»
Jack Kornfield
13.- Cuestiona todas tus creencias
Tus creencias no son tuyas, son creencias heredadas que han sido incrustadas a fuego a través de la cultura, la sociedad, la educación (o adiestramiento) y el clan en el que hemos nacido y crecido. De modo que tampoco perdemos nada cuestionándolas puesto que nos son nuestras, bien al contrario, hay todo por ganar: concretamente la libertad.
Tener espíritu crítico en el sentido de investigar, experimentar, indagar, cuestionar, abre las puertas del conocimiento.
Permite que las creencias que decidas creer te sean útiles y aun así, no te aferres a ellas, no dejes que te encarcelen, utilízalas como herramientas temporales y suéltalas cuando hayan cumplido su función.
La única verdad absoluta es el amor, todo lo demás, son detalles sin importancia.
14.- Nutre tu cuerpo con alimentos sin etiqueta
Vivimos en una sociedad sobrealimentada y desnutrida y el cambio sólo es posible si cada uno de nosotros toma responsabilidad sobre su propio cuerpo, sobre su salud.
Si queremos empezar por algo pequeño, empecemos por regresar a lo simple, a lo natural, en el terreno de la alimentación, sería abandonar el supermercado y volver al mercado, a la tierra, a los alimentos reales, los que tienen nutrientes y nos ofrecen su energía y vitalidad.
Curiosamente tendemos a cuidar mejor de nuestros vehículos que de nuestros cuerpos y mentes.
No se nos ocurriría poner gasolina en un coche de gasoil pero sí ingerimos “cosas” empaquetadas llenas de tóxicos permitidos por las autoridades sanitarias, a las que llamamos comida y que ponen a nuestros órganos en serias dificultades para digerirlos y que además nos roban nutrientes esenciales mientras nos intoxican lentamente.
15.- Ábrete al cambio y la transformación constantes
En la naturaleza nada es fijo e inamovible, todo fluye en un constante cambio, en una transformación constante.
Sólo el ser humano gracias a su córtex prefrontal se aferra a lo que considera suyo, se aferra a la juventud, a las costumbres, a los hábitos heredados y no cuestionados, a los hijos, a los padres, a los amigos, a los trabajos, a sus creencias, a sus posesiones físicas, incluso a sus síntomas y a sus miedos.
Cada momento trae lo necesario para ser vivido, nada falta, nada sobra, todo tiene su movimiento.
El cambio no sólo es inevitable sino que es necesario y forma parte de las leyes de la naturaleza de la que, aunque nos parezca extraño, formamos parte.
Existe un devenir profundo, latente y perfecto en cada brizna de hierba y en cada ser vivo que habita la faz de la tierra.
16.- Deja de intentar gestionar las emociones
Intentar gestionar las emociones es tan poco natural como pedirle a una flor que gestione sus pétalos. Los pétalos forman parte de la flor, del mismo modo que las emociones forman parte de nuestra condición de seres humanos.
La propuesta es mucho más simple: permítete sentir las emociones completamente cuando emerjan.
Gestionarlas implica esfuerzo mental y nada tiene que ver con una vida plena, sentir las emociones es un movimiento natural e intrínseco al ser encarnado que somos.
Una emoción es una energía en movimiento, si no nos permitimos experimentar esa energía y la rechazamos, o la intentamos gestionar mentalmente, o la juzgamos como no adecuada o nos culpamos por sentirla, estaremos sembrando el camino de la rigidez y la patología.
17.- Activa y nutre tu curiosidad
Existe tanto por descubrir, experimentar, investigar, sentir, habitar, indagar, imaginar, conectar, intuir, amar…
Nadie puede enseñarte a ser quien eres, sé tú tu propio maestro y atrévete a abrirte a lo desconocido porque en ello encontrarás tesoros únicos que sólo tu puedes experimentar.
18.- Piensa por ti mismo
El gran reto de estos tiempos: pensar por uno mismo.
Más necesario que nunca.
Cuando conectes con tu propia luz dejarás de creer que necesitas seguir el pensamiento artificial y tóxicamente edulcorado que algunos pretenden inculcar como verdad única.
19.- Conecta con tu cuerpo y sus auténticas necesidades
Siente, respira, agradece, conecta con el silencio y ama.
Cuando haces estos 5 sencillos movimientos, la conexión con tu cuerpo es fluida y simple.
Entonces estás atento a lo que realmente necesitas, la confusión se diluye suavemente y emerge la claridad, sabes cuál es tu camino y nada ni nadie pueden detenerte.
«La curación es un proceso biológico, no un acto médico»
Dr.Karmelo Bizcarra
20.- Cultiva la flexibilidad mental
Sea cuál sea tu concepción mental de las cosas, observa cuándo la utilizas para no amar y en ese instante, date el permiso de cambiar.
De este modo la flexibilidad habitará en tu mundo interior y no serás presa de la falsa comodidad que ofrezca la rigidez de las ideas que asomen por tu mente.
21.- Junto a una sana disciplina, sé amable contigo mismo
Ser amables es literalmente ser dignos de amor.
Y somos amorosos con nosotros mismos cuando tomamos conciencia de nuestras auténticas necesidades, de los retos que sí o sí es momento de enfrentar, cuando nos tomamos el momento para cultivar nuestros talentos descubiertos.
Todo ello requiere disciplina, un plan de acción y descanso que tenga en cuenta nuestra idiosincrasia y que no nos permita caer en el victimismo ni en la autocomplacencia.
Levantarnos temprano, hacer ejercicio, estar en silencio en conexión con nuestro ser profundo, nutrirnos con consciencia, respirar, beber abundante agua, propiciar relaciones saludables, tener espacios de crecimiento y descubrimiento en los que crear, cultivar y ofrecer al mundo nuestros dones y talentos…
22.- Deja de interferir en los planes que la vida tiene para ti
En la mayoría de las ocasiones tiene mucho más sentido pararnos, respirar, mirar hacia dentro y escuchar, que tomar decisiones desde la mente.
La vida que nos sostiene ya es plena en sí misma y tiene un plan para cada uno de nosotros y cuando interferimos en él, las puertas de la abundancia se cierran, simplemente porque la vida no es arrogante, es profundamente paciente y humilde, de modo que si la mente cree saber qué hay que hacer, la vida se silencia y nos deja el mando.
El reto está en armonizar mente, cuerpo y espíritu para que todo vaya en una única dirección que dé coherencia y propósito a nuestro instante de vida presente.
23.- Abandona las expectativas
Las expectativas están ligadas a la frustración.
Haz tu tarea y luego suéltala tal como decía Lao Tse.
Sé como el viento que cuando sopla, sólo sopla, siendo completamente en cada momento nada quedará por hacer.
Toma lo que la vida te trae, agradécelo y ámalo. Nada más, nada menos.
24.- Practica el arte de la risa
Un día sin risa es un día perdido.
Es una de las terapias simples y preciosas que nos ha otorgado la vida.
No esperes a tener un motivo para reír, la liberación de endorfinas que propicia la risa es como una cascada de salud que nutre todas nuestras células.
«Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Nada es permanente en este mundo, ni siquiera nuestros problemas. Un día sin risa es un día perdido»
Charlie Chaplin
25.- Dedica un tiempo a cultivar tu mirada interior
Quien mira hacia fuera duerme, quien mira hacia dentro despierta.
Si estamos dispuestos a ser seres despiertos el camino es completamente accesible, sólo precisas de tu decisión de emprenderlo, no necesitas ir lejos, sólo investiga tu mente y tu sentir, ello calmará y equilibrará tu cuerpo y tus emociones.
Dedícate unos minutos cada día.
«Amigos míos, sólo al establecer la amorosa claridad de la atención plena podréis soltar el anhelo del pasado y del futuro, superar el apego y el sufrimiento, abandonar toda avidez y ansiedad y despertar una inquebrantable libertad del corazón, aquí, ahora»
Buda
26.- Conecta con la naturaleza
Somos naturaleza y la conexión con todo lo natural nos regenera.
Intenta andar por la hierba, abrazar un árbol, tocar la tierra, acariciar los pétalos de una flor, déjate mecer por la lluvia, por el viento, camina por la playa, por el bosque…
Es un poderoso bálsamo.
Desde antiguo el ser humano sabio ha estado en conexión con la naturaleza para conservar y propiciar la salud.
27.- Observa desde tu luz y la oscuridad desaparecerá a tu paso
Necesitamos encender la luz de nuestra sabiduría para que las sombras de la ignorancia puedan disolverse.
«Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo visible la oscuridad»
Carl Jung
28.- Sé honesto y amoroso contigo mismo
La honestidad es un bien aparentemente escaso en la actualidad.
Es entonces un excelente momento para practicarla, empieza por ti mismo y verás como el mundo cambia a tu alrededor.
Cuando decidimos mirar desde la mirada de la honestidad y el amor quien primero se beneficia somos nosotros mismos, a partir de ese momento nuestra capacidad para comprender desde el corazón se amplía infinitamente y entonces, ocurre algo hermoso, ya no es posible volver atrás.
La claridad ha inundado nuestra visión.
29.- Confía en tu brújula interior
Existe un espacio infinito de posibilidades en tu interior que aguarda a desplegarse a que tu le des el permiso.
Cuando tomas la decisión de escucharte, las certezas fluyen en tu vida: es tu brújula interior.
Algunos lo llaman intuición, otros lo llaman sabiduría innata, ponle el nombre que quieras, al final, el ser humano está ávido de etiquetarlo todo y lo esencial no sólo no tiene palabras, sino que se describe mucho mejor desde el silencio.
30.- Elige paz en lugar de conflicto
Ante cualquier situación en la que te encuentres tienes dos opciones: observarla desde la paz que eres o desde el conflicto que crees ver fuera de ti.
Al final, cualquier conflicto sólo es una ilusión, pero una muy persistente a los ojos del ego.
Mientras no elijas paz estarás en conflicto dentro de ti
Cuando eliges paz, la verdad sale a tu encuentro y entonces sabes que es la única elección posible.
Recuerda que siempre puedes elegir ver cualquier experiencia desde la paz, desde la plenitud que ya eres. Sólo necesitas soltar los juicios y expectativas y entregarte a la simple observación de lo que es tal como es desde una mirada inocente.Te sorprenderá el poder transformador que esta nueva visión puede ofrecerte.
Tu vida ya es plena, sólo necesitas abrirte a descubrirlo.
